Embajadores en pareja
la pasión como único horizonte
Valérie y François se conocieron en 2002 y se casaron en 2008. El barco ha sido un elemento decisivo para su encuentro, ya que para François era fundamental vivir con una mujer que entendiese el mar y que quisiese acompañarle en sus travesías.
François, nacido en Lorient, empezó a navegar con 11 años, en los diferentes veleros que sus padres iban comprando sucesivamente y en los que pasaban las vacaciones (hasta 7 personas, incluidos los 5 hijos, en un Arpège…). No exageramos al decir que el agua de mar corre por sus venas.
Valérie, por su parte, también empezó a navegar en su infancia, en una escuela de vela del Finisterre francés, donde hizo sus primeros bordos, sucesivamente en Optimist, Caravelle, Vaurien, 420… en las rocas de Portsall. En 2002, representaba en Francia las goletas chárter holandesas, embarcaciones que provocaron sus primeras conversaciones… .
Juntos, empezaron navegando en lanchas vedette, para disfrutar cómodamente de todo su tiempo libre en el mar, hacia destinos accesibles desde Brest: Bretaña sur y norte, las islas Sorlingas, Cornualles británica, las islas del Canal de la Mancha …
François navega por la pasión que siente por la vela y Valérie porque le encanta viajar… Su vida marina supone un compromiso permanente, jalonado por innumerables escalas.
Ser libres
Desde su encuentro, van madurando su proyecto inicial, tras los 10 últimos años de vida profesional de François. François decidió dejar su profesión, apasionante pero exigente, con 62 años, a fin de estar seguro de poder mantenerse con unas condiciones físicas adecuadas para navegar. A pesar del esfuerzo económico que esta decisión representaba, nunca se han arrepentido de haberla tomado.
Jubilados, a finales de 2011, encontraron en Portugal, el barco de sus sueños, en marzo de 2012. Un OVNI 445, balandro todo de aluminio, fabricado por Alubat, un flechazo.
Desde Semana Santa, acompañados de tripulación, viajaron en él hasta Francia. Durante un año lo estuvieron preparando, probando y adaptando para su viaje. Al mismo tiempo, vaciaron y vendieron su casa de Brest, para liberarse de cualquier atadura material en Francia y así poder disfrutar completamente de la vida a bordo. Cuando regresan a Francia, unas semanas al año, disfrutan de la hospitalidad de su amplia familia y de sus amigos, con quienes comparten las anécdotas de sus aventuras.
En mayo de 2013 es la partida hacia el norte. Tenían el proyecto de navegar 2 o 3 años por allí, antes de descender hacia climas más soleados… pero, no contaban con le embrujo escandinavo, que les retiene aún, en latitudes reputadas menos clementes, pero ¡rebosantes de sitios de navegación a cada cual más acogedor y espectacular!
Han recorrido y explorado las costas y canales de Holanda, Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Noruega, hasta Spitzberg, en el archipiélago de Svalbard y el mítico Cabo Norte.
«Su plan es no tener plan». Les gusta navegar lentamente, disfrutar de los paisajes a lo largo de los que van costeando y explorando los canales. En sus temporadas de 5 a 6 meses de navegación recorren de 2000 a 2500 millas náuticas.
Han permanecido a bordo tres inviernos seguidos en el corazón de la mágnífica Estocolmo y un invierno al Norte del Círculo Polar, en Bodø. Bien equipados, el clima no les inquieta ya. En los veranos, en el Báltico, han llegado hasta a pasar calor.
NVequipment,
el aliado contra la meteorología
La compraron durante una escala en Alemania en 2014 y han acabado convirtiéndose en unos incondicionales de la «Kuchenbude», término alemán que designa la bañera cerrada, ¡que significa literalmente «caseta para comer pasteles»!. Este término refleja muy bien el espíritu nórdico, una zona donde todos los barcos están equipados con este elemento extra. Lo montan cada noche al llegar al puerto, o mientras están fondeados, y así pueden disfrutar incluso de las noches más frescas o ventosas y de la animada vida alrededor: «Hafenskino» (cine del puerto), como dicen los alemanes, manteniéndose al abrigo en pareja o entre amigos.
Habían podido adaptar los cierres laterales y traseros al bimini y a la capota de descenso existente, pero la colaboración con NVequipment ha permitido renovar todo el conjunto (la capota estaba ya desgraciadamente muy estropeada, dañada por el fuerte sol portugués de sus inicios).
De momento, con el primer cierre de la bañera, no navegaban (o de forma excepcional) con la tienda completa, para gran disgusto de la patrona del barco. Las vueltas laterales del bimini y la mala calidad de las ventanas de la capota impedían una visión segura de la zona de navegación, necesaria tanto más cuanto costeaban por zonas muy concurridas y mal señalizadas.
En cambio, durante la travesía que hicieron por Suecia por el Canal de Göta, para protegerse del calor navegaban solo con el bimini y con la capota bajada, a una velocidad de sólo 3 nudos… Agradecían incluso la más leve brisa. Así que, la meteorología escandinava no es siempre como suele creerse, por lo que se necesita un equipamiento modulable …
En seco gracias a su nuevo cierre trasero
El objetivo del proyecto con NVequipment es diseñar un conjunto completo – capota de roof y cierre trasero – que se adapte a la perfección a su barco y a su deseo de navegar con él a partir de ahora. El cierre de bañera se hizo con unas ventanas clásicas, pero la capota de roof pequeña pone a prueba en situación el Strataglass® y el Lexan® en las ventanas laterales. Una combinación que brinda una gran visibilidad y además mucha luminosidad, para navegar con total seguridad.
En mayo de 2019, salieron de Bodø, en Noruega, por encima del Círculo Polar y tras su temporada estival costeando, rumbo a Bretaña, por las Shetlands e Inglaterra. ¡Ese periplo les permitió probar la resistencia y, sobre todo, la comodidad del nuevo equipamiento! Mejor visión, fácil acceso a la bañera y, sobre todo, navegación al abrigo del frío… ¡y del agua!
Con unas temperaturas muchas veces inferiores a 10 °C, agradecen infinitamente su nuevo «descapotable», como lo llaman.
Gracias a este nuevo equipamiento, decidieron volver a Bretaña después de 6 años fuera, sin miedo al mal tiempo de su invierno frío y húmedo. Hasta finales de abril, se moverán como nómadas por las costas del sur de Bretaña y Vendée.
